domingo, 24 de octubre de 2010

Vago


He vuelto a recaer, pero la historia continua, ese olor del capuchino con pan de canela no se puede detener el tiempo ante ello, ni tampoco al jugar a las escondidas entre tantas calles de la col. Roma, mucho menos conocer la historia de casa monumento y de casas abandonadas.

Gracias por darme esta oportunidad, tanto yo como tu, ya que sin ello no hubiera conocido ese lugar, menos a ese vago que me prestó su ventana para ver la cuidad desde afuera y de noche.

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