sábado, 23 de octubre de 2010

Matrimonio

-¿Quien eres tu?, pregunto yo, alguien insignificante-. Una voz tosca y un poco aguda retumbó atrás de su espalda dentro de una carrocería, ella volteó y su miraba atónita, miraba el fantasma de su perdición
-Sabes bien quien soy yo-
-Lo se, pero algún día tendría que preguntártelo, ¿que haces aquí?-
-Espero-
-A quien esperas a estas horas de la noche-
-Ahm... a alguien, mas bien dime tu, nunca te había visto por aquí-
-Vine a recoger a mi esposo, me lo pidió de broma pero por cualquier cosa estoy aquí-
-¿Estás casada? ¿a tu edad?-
-Si, una decisión no se si correcta, pero lo quisimos, sus padres de acuerdo estaban y mi madre, tal vez no pero a los problemas sociales entre mi hermana y ella, no lo pensó dos veces-
-Oh, felicidades- (radiaba una sonrisa que ni el mismo diablo podía igualar)
-¡¡¡AMOR!!!, acá estoy, vine por ti-
Él emergió de la oscuridad y luces de salones, aun tenía la esencia del collar maldito pero luchaba por no tenerlo, miró por un momento a esa chica, quien se le cayó la sonrisa a pedazos de pintura; aterrado y queriendo no volverla a ver miró a su esposa, radiante y llena de amor radiaba en su miraba, en su sonrisa aún sabiendo el sabor de la sencación de ese episodió, ella feliz de estar para su esposo; comenzó a llover. Él se metió al auto y ella sacó un paraguas rojo, se lo dió a aquella que se quedó esperando, el auto se desvaneció entre la neblina instantánea de la lluvia. Quien ahora poseia el paraguas noto una etiqueta al final de este 'Este es la sombra de tu muerte, has visto por última vez la rosa que quisiste matar con besos de tinta amarga' ella llenó ojos de furia, caminó ún poco más afuera para maldecir, se escuchó un zumbio, ella volteó, solo vió dos luces acercandose, eran las luces de su destino.

No hay comentarios: